Santiago Bilinkis comparte ejemplos concretos de cómo la IA ya puede ayudarnos en lo cotidiano. ¿La estamos aprovechando lo suficiente?

En su columna en Todo Pasa, el tecnólogo Santiago Bilinkis hizo una pausa para mirar hacia atrás y reflexionar sobre estos dos años en los que la inteligencia artificial se volvió parte de nuestras conversaciones, nuestros trabajos y, de a poco, de nuestras rutinas diarias. Lo interesante —y quizás un poco paradójico— es que, a pesar de su enorme potencial, la mayoría de las personas todavía no la aprovecha realmente.

Bilinkis mencionó algo clave: la IA puede ser una gran aliada para facilitar tareas, aprender cosas nuevas o incluso estimular la creatividad. Sin embargo, seguimos usándola más como una curiosidad que como una herramienta cotidiana. Tal vez el desafío esté ahí, en encontrarle un lugar útil y equilibrado, que potencie nuestras capacidades sin sustituirlas.

Más allá de los temores o la desconfianza que genera, la invitación es clara: usar la tecnología con criterio y curiosidad. No como un fin en sí mismo, sino como un medio al servicio del conocimiento, la productividad y el bienestar. En definitiva, lo importante no es lo que la inteligencia artificial pueda hacer por nosotros, sino lo que podamos hacer con ella.

Quizás sea momento de hacernos una pregunta más profunda:
¿cómo puede la inteligencia artificial ayudarnos a vivir mejor, sin reemplazar lo que nos hace humanos?

Mirá sus columnas completas acá: Columna de Santiago Bilinkis en Todo Pasa